La construcción social de la infancia y los medios: entrevista del Observatorio APCI a la Dra. Sandra Carli (UBA)

25 10 2011

A continuación, transcribimos un fragmento de la entrevista realizada por la Lic. Tamara Acorinti, para el Observatorio Audiovisual de la Infancia.

(*) Sandra Carli es doctora en Educación (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires). Profesora Titular Regular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e Investigadora Independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani.

Infancia y T.V
T.A. ¿Cuáles son desde tu mirada las representaciones sobre la infancia que se configuran a través los programas de TV dedicados a niños, niñas y adolescentes?
S.C.
 No he visto mucho últimamente. Me parece que en los ’90 hubo una especie de boom, de estetización de cierta imagen de niños y de los adolescentes en particular muy estereotipada, ligada a cierto sector social, la clase media en ascenso con cierta capacidad de consumo. Me parece que ahí hubo una construcción un poco complicada, sobre todo porque ese tipo de construcciones se difundió en una época con índices sociales bastante densos referidos al aumento de la pobreza.
Me estoy acordando del comentario que hizo la mujer de este jugador argentino que juega en Inglaterra.[1] Tevez fue al programa de Susana Gimenez, él había salido con una actriz que trabajaba en un programa para adolescentes, y ella dijo que no era tal tipo de adolescente, sino tal otro. O sea que esta chica dijo (siendo de  Fuerte Apache,) que no era nerd, sino otra cosa. Me parece que ese tipo de dichos da indicios de la audiencia, esa audiencia conformada por jóvenes o niños de distintos sectores sociales. Se debería estudiar cómo se perciben y se leen este tipo de productos. Me parece que hay ahí investigaciones para hacer.
En el ejemplo que di se puede observar con qué se identificaba la chica, que no era de tal grupo de adolescentes, sino de tal otro. Por eso digo, teniendo en cuenta ese comentario suelto que yo escuché, pienso que las investigaciones sobre la recepción, son interesantes para explotar. Qué piensan los chicos cuando ven esos programas, creo que son conversaciones necesarias a tener con ellos.
T.A. Claro, vinculados a la instancia de la recepción concreta, la mirada de los chicos cuando ven de esos programas.
S.C.: -Así es, hay ciertos autores que tienen una especie de confianza en el papel activo del sujeto en el momento del consumo y de la recepción. Que se apropian de determinada manera. Entonces, explotar eso me parece un ejercicio que siempre está pendiente, en realidad siempre se suele analizar más la oferta, que el consumo.
T.A. ¿Cómo crees que la nueva Ley de Medios, implementada por el Gobierno Nacional, ayuda a desandar una configuración dominante que se fue construyendo a partir de los ’90, sobre la imagen del niño consumidor?
S.C. Me parece que hay una preocupación por los contenidos, la creación de canales como Paka-Paka y Encuentro dan cuenta de ello. Hay  iniciativas de políticas bastante activas, en el sentido de meterse en un terreno que estaba librado al juego de mercado, a las ofertas existentes en los canales privados. Creo que  ahí se establece como un parámetro de calidad que hay que ver qué efectos genera. Esto levanta la apuesta.
T.A. ¿Y para ver los efectos que genera es necesario hacer un análisis de la recepción de estos tipos de programas?
S.C. Si, indagar ¿Qué pasa con chicos cuando ven Paka-Paka?”. Hay ahí, investigaciones exploratorias a hacer. Porque también se da  un consumo ya domesticado  ligado a ciertos canales de dibujos animados, canales internacionales. Hay un hábitus adquirido en ese terreno que es complicado y cada vez más fuerte.
Y lo mismo pasa con los adultos. El acostumbramiento a ver programas tipo Tinelli genera una especie de acostumbramiento a ciertos programas más banales, en desmedro a la valorización de otros. El tema de la calidad estética es un tema importante a tener en cuenta.
T.A. ¿Y qué opinión te merece una señal como Paka-Paka, aunque algo de esto se desprende de lo dicho anteriormente. Me refiero a la  posición política de recuperar imágenes más heterogéneas de la infancia.
S.C. Sí, Me parece que acá lo que también se pone en juego es poner en primer plano otro tipo de producciones internacionales (como por ejemplo las latinoamericanas) que muchas veces quedan en cuarto plano. Pero también la revalorización de la producción local. Me parece que en muchos programas hay un esfuerzo de experimentación bastante inicial de una producción propia. Hay ahí, una apuesta interesante para los productores que realizan  productos para niños.
T.A. Hace un momento hablaste de contenidos de calidad. ¿Cómo definís ese concepto, “contenidos de calidad” en la programación de televisión dedicados a las audiencias infantiles?
S.C. De calidad estética, un producto que sea hecho por profesionales, a eso me refiero. Que pueda contemplar las cuestiones estéticas, también las de contenido… hay cierta banalidad en los contenidos. No hablo de que el programa sea para instruir, pero sí que la dimensión del contenido pueda ser pensada; planteándola con el formato que sea.
T.A. ¿Cómo sería eso?
S.C. Yo no soy especialista en televisión, pero  te diría que si yo pienso un producto tengo que pensar sobre las dimensiones estéticas, tener hipótesis sobre su recepción, es decir: conocer ese niño al cual va dirigido. Muchas veces se piensan productos desconociendo al público que los va a consumir. Es decir, por ejemplo, tener idea que se trata de un chico de 8 años. Me parece que en algún momento hubo un trabajo bastante interdisciplinario en los ’70, entre psicoanalistas, gente de los medios, pedagogos. Digamos, recuperar ese tipo de experiencias de trabajo en equipo que permitan miradas complementarias. Yo no sé si eso se produce hoy.
Desde mi perspectiva, es fundamental en el proceso de escritura considerar al público al que van destinados los programas. En la escritura de un texto hay un momento en el que uno debe considerar al público, al lector, tener hipótesis sobre ese lector. Me parece que con los programas para  chicos muchas veces se dan por sentado supuestos sobre la recepción de cualquier producto, sin considerar las características propias de las diferentes infancias. Entonces, es fundamental incorporar el conocimiento sobre el niño. Por eso me parece importante el trabajo interdisciplinario con maestros, pedagogos, psicólogos y distintos especialistas, que pueden dar elementos para establecer  hipótesis sobre ese público.
T.A. Sí, también el tema del contenido de calidad apunta o abre una dinámica sobre cuál es la posición del adulto con respecto a la transmisión de valores hacia la infancia;  lo que implica pensar  qué rol debe cumplir  la TV y de qué manera
S.C. Sí, porque siempre hay una decisión sobre los contenidos, velada o no. Siempre hay una decisión. Entonces, me parece que reparar sobre esta decisión es una cosa importante. Si yo quiero trabajar  determinados valores como  el de la solidaridad, el del juego, el de jugar con los compañeros, se puede pensar esa dimensión a través de deferentes procesos muy creativos.